SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE

Nacido en una familia noble el 30 de abril de 1651, siguiendo la costumbre de la época, a los once años recibe la tonsura; a los dieciséis la canonjía, a los diecisiete es maestro en artes y en 1678 es ordenado sacerdote. Pero él no es uno de esos sacerdotes pre confeccionados para quienes el camino lo decidían otros: La Salle se lanza al ministerio con entusiasmo y fe. Entra en contacto con varias instituciones educativas para la juventud pobre, pero encuentra en ellas un personal poco capacitado, escuelas indisciplinadas y desorganizadas.
Así, decide dar vida a una comunidad de maestros de inspiración cristiana que sean capaces de entender lo que debe ser una auténtica escuela. Pero pronto choca con los puntos de vista de los ambientes clericales, sobre todo cuando piensa en una comunidad exclusivamente de laicos: una especie de herejía para aquellos tiempos, que a la vez se anticipaba casi tres siglos al Concilio Vaticano II. Para liberarse de toda atadura, La Salle renuncia a la canonjía y distribuye sus bienes a los pobres, hace voto de vivir de limosna, si fuera necesario, y se va a vivir con los maestros para formarlos.
Así nacen los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a los que el Fundador llega a prohibir el uso del latín para que se sumerjan totalmente en el pueblo y en su cultura. Beatificado en 1888, fue canonizado en 1900 y proclamado patrono de los educadores en 1950.
SAN SALOMÓN LECLERCQ

GuillermoNicolasLuis Leclercq pertenecía a una familia burguesa. A los 22 años ingresó en el noviciado de SaintYon cerca de Rouen. Después fue profesor de ciencias, director de una gran institución escolar, maestro de novicios, profesor en el escolasticado y secretario del Superior General del Instituto, el Hermano Agathon. Cuando llegaron los años más agitados y violentos que Francia haya conocido, los de la revolución, fue una continua sucesión de violencia y atropellos de todo tipo y, como siempre, fue la Iglesia quien más sufrió. El 15 de agosto de 1792, los revolucionarios invaden la escuela de los Hermanos de Rue Neuve y arrestan al único religioso que estaba custodiando la casa: el Hermano Salomón. Lo conducen prisionero al convento de los Carmelitas. Después de algunos días sería asesinado bárbaramente en el jardín del convento, escenario de uno de los más terribles exterminios acontecidos durante la Revolución francesa. Un milagro, del cual se celebró la encuesta diocesana en Caracas en el otoño del 2011, fue aprobado el 5 de mayo de 2016. El 16 de octubre del mismo año, 2016, fue canonizado en la Plaza de San Pedro por el Papa Francisco.
SAN MIGUEL FEBRES CORDERO

El Hermano Miguel pertenecía a una familia de la alta burguesía ecuatoriana, que no veía con buenos ojos que él ingresara en un Instituto religioso dedicado exclusivamente a la enseñanza, que no tuviera la posibilidad de seguir la carrera eclesiástica y le impidiera cualquier otra profesión más honrosa, como magistrado, funcionario del estado o en el ejército. Francisco (éste era su nombre de bautismo) estudió en la escuela de los Hermanos. Su vocación educadora nace en los pupitres de aquella primera escuela que la Congregación había implantado en Ecuador, en contacto diario con sus educadores. No obstante su dedicación a la enseñanza a tiempo completo y en todos los niveles, desde las clases elementales a las superiores, a los cadetes de la Academia militar y la catequesis diaria a los primeros comulgantes, supo adquirir una vasta cultura y producir una notable cantidad de publicaciones y libros de texto –más de cien títulos–, adoptados no sólo en Ecuador, sino también en otras naciones de América Latina. El “corazón” era todo para el Señor y para sus alumnos. El proceso canónico, que comenzó en la diócesis de Cuenca el 19 de enero de 1925, condujo a su beatificación el 30 de octubre de 1977 y luego a su canonización el 21 de octubre de 1984. En Ecuador es el “Patrón de los Catequistas y de la Educación Nacional”
SAN JAIME HILARIO

Manuel Barbal Cosan nació el 2 de enero de 1898 en Enviny, pueblecito al pie de los Pirineos, en el norte de España. Conocido por su carácter serio, no tenía más que 12 años cuando, con la bendición de sus padres, trabajadores valientes y piadosos, entrá en el seminario de la diócesis de Urgel. Pero pronto mostró problemas de oído y se le aconsejó volver a su familia.
Convencido que Dios lo llama, se sintióe feliz al saber, en el 1917, que el Instituto de los Hermanos lo aceptó en el noviciado de Irún, cercano a la frontera con Francia. Después de dieciséis años de desempeñar diversas tareas, sus crecientes problemas de oído le obligaron a abandonar la escuela y trabajar en la huerta de la casa de formación de San José de Cambrils, en Tarragona.
En julio del 1936, al acudir junto a sus familiares en Enviny, se detuvo en Mollerussa cuando explotó la guerra civil. Reconocido como Hermano, fue arrestado y encarcelado. En diciembre es transferido a Tarragona y enviado en una nave prisión con otros varios religiosos.
El 15 de enero de 1937, sufre un proceso sumario. Aunque podría recuperar la libertad declarando no ser más que un simple hortelano, insistió en su calidad de religioso y así firmó su suerte. El 18 de enero, fue conducido hacia el cementerio situado en una colina llamada Monte de la Oliva para ser fusilado.
Sus últimas palabras a los asesinos fueron: “Amigos, morir por Cristo es vivir”.
San Jaime Hilario, junto a los Santos Mártires de Turón, llegaron a la gloria suprema de la canonización el 21 de noviembre de 1999.
SAN BENILDO ROMANÇON

San Benildo nació en 1805 de una familia campesina, que se ganaba el pan y el cielo con el trabajo en los campos. Vivió en tiempos de restauración, de guerras, de políticos turbios que sacudieron violentamente a Europa, pero no consiguieron impedir su total dedicación al único trabajo de su vida: el apostolado educativo, desarrollado en las escuelas primarias de Aurillac, Limoges, Moulins, Clermont y Billom, antes de llegar a Saugues, en los últimos veinte años de su no larga vida.Su proceso canónico fue muy largo y empezó el 23 de noviembre de 1899 en Le Puy debió esperar al 4 de abril de 1948 para ser beatificado por S.S. Pío XII y al 29 de octubre de 1967 para llegar a la canonización, bajo el pontificado de S.S. Pablo VI. Su fiesta litúrgica es el 13 de agosto.
SAN MÁRTIRES DE TURÓN

Fueron asesinados junto al capellán frente a la escuela frecuentada incluso por los hijos de alguno de sus verdugos, en Turón, pueblo minero de Asturias y que hicieron presagiar el huracán que iba a estallar veinte meses después en toda la nación. Murieron jóvenes, impávidos frente a la muerte, seguros de que en la muerte habían encontrado la vida, la vida eterna. Se trata de los Hermanos Cirilo Bertrán (José Sanz Tejedor), director de la comunidad, Marciano José (Filomeno López y López, Victorino Pío (Claudio Bernabé Cano), Julián Alfredo (Vilfrido Fernández Zapico), Benjamín Julián (Vicente Alonso Andrés), Augusto Andrés (Román Martínez Fernández), Aniceto Adolfo (Manual Seco Gutiérrez), y Benito de Jesús (Héctor Valdivielso), argentino de nacimiento. Es el primer santo de aquella nación, de 24 años. Estos Hermanos, junto al capellán Padre Inocencio de la Inmaculada, Pasionista, y San Jaime Hilario, llegaron a la gloria suprema de la canonización el 21 de noviembre de 1999.
SAN MUSIANO MARIA WIAUX

El humilde Hermano belga Muciano María Wiaux, después de haber completado sus estudios primarios, se dedicó a trabajar en el taller de su padre, herrero en Mellet. Pero este no es “su camino”, porque se sintió atraído por la vida que el Señor puso en sus pasos. Ingresó en el Instituto de los Hermanos donde, primero, antes de poder dedicarse al apostolado activo, debía estudiar. Lo hizo con gran dificultad, hasta el punto de que corrió el riesgo de ser apartado de la Congregación por no ser apto para la enseñanza. Aquella dura prueba marcó el comienzo de una actividad humilde y de tareas muy modestas: vigilancias, clases complementarias de dibujo y música en el gran colegio de Malonne. Allí permaneció desde 1859 hasta su muerte. El 30 de octubre de 1977 fue beatificado por San Pablo VI y el 10 de diciembre de 1989 fue canonizado por San Juan Pablo II.